Trabajos con Literatura


Hicimos UN ALTO EN EL CAMINO DE LA LITERATURA

Este año, en el marco del Proyecto Ambiente, desde el área de Literatura para Quintos abordamos el tema de la responsabilidad social en el uso de la moda. Para ello se leyeron cuatro artículos periodísticos y se vieron videos de Youtube. La tarea que realizamos tuvo como objetivo reflexionar sobre este contenido de interés y desarrollarlo dentro del marco de la argumentación como forma de discurso razonado para convencer, desde el punto de vista intelectual, y persuadir a la espera de un cambio de actitud en el lector.Antes de escribir las producciones argumentativas, los chicos intercambiaron ideas en un foro, entre esos ricos aportes podemos compartir algunos ejemplos:



Giuliana: “Debo admitir que trabajar este tema en los colegios es una buena medida para comenzar con el cambio. Los hábitos empiezan en casa y en la escuela, los centros más importantes de educación y formación de una persona. Por eso, comprender el daño que le hacemos al ambiente (y que en algún momento nos lo va a devolver) y hacer algo al respecto (aunque sea mínimo) es muchísimo más importante de lo que parece”.


Máximo: “Algo que me llamó mucho la atención fue el artículo que menciona que en algunas sociedades está mal visto comprar y utilizar ropa nueva ya que si esta mentalidad estuviese presente en todo el mundo, la producción de prendas en fábricas bajaría significativamente y esto traería grandes consecuencias para bien”.


Mora: “Una vez leídos todos los artículos y el material brindado, pude formar una opinión sobre una temática que ignoraba. Lo que yo pienso es que a la mayoría de las marcas, especialmente de lujo, lo único que les interesa es producir y vender, el comercio. No les interesa el calentamiento global en serio. Muchas marcas solo utilizan el pretexto de “salvar al mundo, de los daños producidos por los agujeros de la capa de ozono” lanzando una campaña y una línea de productos supuestamente mas ecológicos, mientras siguen produciendo, sus botas de cuero y realizando hiperproducciones en talleres clandestinos, explotando a sus trabajadores. En mi opinión, esto es un claro ejemplo de hipocresía y una manipulación de las personas para su consumo”.


Tobías: “Creo que tomar conciencia sobre el medioambiente es empezar a desarrollar acciones que contribuyan a reducir el daño causado por la industria de la moda. Deberíamos tomarnos en serio la idea del reciclaje, la idea de comprar menos y mejor, leer las etiquetas de los productos que compramos”.


Alejo: “Muchas personas han comenzado a cambiar actitudes o actividades por el hecho de que afectan al medio ambiente y famosos han comenzado a dejar de gastar tanto dinero en lo material, como es el caso de la ropa, donde los famosos suelen comprar prendas de altos precios. Ya que esta es una forma para ellos de mostrar el alto nivel económico que poseen, pero hoy en día esto comienza a cambiar. Cambiemos todos la actitud”.

PRODUCCIONES ARGUMENTATIVAS

Proyecto Ambiente

Moda Sostenible

Vivimos en una época en la que la moda tiene una presencia sorprendente en la sociedad. A pesar de que es un tema que genera interés en muchas personas, muy pocas están realmente informadas de los daños que genera en el medio ambiente. Sin embargo, la toma de conciencia en los habitantes ha incrementado notablemente en el último tiempo y cada vez más marcas están tomando la iniciativa del desarrollo de una nueva moda sustentable. Para que esto de resultado, consideramos que las primeras en realizar el cambio deberían ser las empresas más prestigiosas ya que poseen una gran influencia en la sociedad. Son las que imponen las tendencias y, por lo tanto, tienen mayor capacidad de atraer a los consumidores, lo cual hará que el mundo entero tome conciencia.

Lo mencionado anteriormente antes puede verse claramente en el día a día, donde la ropa se constituye en un elemento de distinción y en una marca de pertenencia de los sujetos. Concebimos a la moda como un signo que marca por un lado la diferencia y por otro la pertenencia de los sujetos a grupos sociales. Desde la perspectiva de Marcia Veneziani, la moda como imitación de un modelo preexistente ofrece seguridad, a través de la aprobación social. Los sujetos se identifican con un grupo y se alejan de los que son distintos. Esto explica la innegable influencia de la moda en la humanidad.

Por esta razón, muchos antes de informarse acerca del increíble impacto ambiental que genera la industria textil, se inclinan hacia las tendencias o al nombre de la marca que les vende los productos. Los cambios en la manera de vestir fuerzan a los ciudadanos que quieren seguir las tendencias del momento a consumir los nuevos productos.

Otro punto a considerar es el papel central de las empresas más prestigiosas de la industria de la moda en la promoción de una nueva moda sustentable. Hablamos de liderazgo y de sus roles que son el de ser educadores y comunicadores, activistas y emprendedores. Podemos decir que, si bien algunas marcas lo hacen por seguir la tendencia y no por generar un verdadero impacto positivo en la comunidad y el ambiente, marcas lujosas como Gucci, Versace o Stella McCartney impulsan a que cada vez más gente se una a la tendencia sustentable.

Hace unos años una de las celebridades más reconocidas, Emma Watson, desfiló en la alfombra roja luciendo un vestido eco-friendly. Esto generó una gran repercusión en el mundo de la moda y en los consumidores, aumentó la concientización y dio a conocer un poco más a la moda sustentable.  “Gracias a Calvin Klein & Eco-Age por permitirme colaborar en la elaboración de este sorprendente vestido. Estoy orgullosa de decir que es totalmente sostenible y representa una conexión entre todas las personas que participaron en su creación y yo”. Además de estar elaborado con tres tipos de telas creadas a partir de botellas de plástico recicladas, su diseño era modular (compuesto por unos pantalones, un top y una cola del vestido), de manera que, tal y como afirma la actriz,  podría continuar usándose por separado y en distintas combinaciones tantas veces como se quiera.

Otra actriz importante de la que podemos hablar es Elizabeth Banks, quien en una premiación lució el mismo vestido que había utilizado en otra ceremonia. En su Instagram, explicó que quería “crear conciencia sobre la importancia de la sustentabilidad en la moda y sobre el consumismo, que se relaciona con el cambio climático, la producción y el consumo, la contaminación de los océanos, el trabajo y las mujeres.” También dijo que es parte de Red Carpet Advocacy y el New Standards Institute, que ayuda a que las marcas reduzcan su huella de carbono y creen metas realistas.

Otra actriz a destacar es Anne Hathaway, una referente de la moda muy importante y que desde siempre ha sido fiel al cuidado del medio ambiente. En una entrevista la presentadora pregunta por el diseñador del vestido, a lo que Anne responde: “Lo compré en un mercadillo por 15 dólares”  decía entre risas. “Trato de llevar prendas 'vintage' siempre que puedo”

Hacemos mención de estas celebridades porque consideramos que son un ejemplo a seguir para la gran mayoría de la gente. Su postura y sus acciones tienen gran influencia en la vida de muchas personas y es por ello que sus colaboraciones en la causa son fundamentales para un mayor cuidado del planeta.

Citando la idea del libro Design for the Real World- Human Ecology and Social Change, la de diseñar prendas que los seres humanos necesitan y no la que ellos quieren, objetamos que, si bien muchos pueden opinar de esta forma, no tiene porqué ser así. No hace falta que los amantes de la moda deban conformarse con lo necesario, ya que después vivimos en una sociedad consumista y, en menor o mayor medida, todos disfrutamos de adquirir bienes. Además, la industria de la moda acoge a muchos trabajadores y depende de nuestro consumo. Es decir, no tenemos que dejar de comprar la ropa que nos gusta, pero si tener un consumo más responsable y una mayor conciencia acerca del daño ambiental de la industria textil.

Es muy probable que haya desacuerdos con respecto a nuestra postura, ya que muchos mantienen que, al darle tanta relevancia a las celebridades o influencers, se pone en riesgo la finalidad de esta iniciativa. Según ellos, les da lugar a las personas reconocidas a utilizar esta influencia para ganar seguidores o dinero perdiendo de vista el verdadero objetivo de su verdadera causa. Sin embargo, confiamos en que las empresas o emprendedores de la moda sustentable sabrán quienes están aptos para hacer uso responsable de su papel y concientizar a la gente demostrándoles el valor del cuidado de nuestro planeta no solo para su mejora sino también para la supervivencia de la humanidad.

En conclusión, creemos que es importante cultivar una mayor conciencia en todos los actores de las sociedades, tanto diseñadores como consumidores,  para lograr que la industria textil reduzca su impacto en el ambiente. Dejar de ignorar esta realidad es el primer paso y para ello se necesita de las grandes figuras de la sociedad y de la industria de la moda específicamente para hacer llegar el mensaje a todos. Por eso, proponemos que estos tomen un papel central, que estén comprometidos con la causa y que insistan en buscar la manera de aplicar la moda sostenible a sus vidas y a sus empresas. Sabiendo que son los modelos que muchos siguen o buscan, tienen que aprovechar este recurso, utilizando su influencia para atraer al mundo hacia una nueva tendencia sustentable.


Stante-Rinaldi-Burko
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Ambiente: Moda sostenible
La moda sostenible es una manera de minimizar el impacto medioambiental generado por las compañías textiles. Este tipo de moda va totalmente en contra del modelo “Low Cost”, el cual incita a los consumidores a comprar más frecuentemente y a desechar prendas todavía útiles. Junto con este modelo, el “Fast Fashion”, funciona como un aspecto totalmente insostenible en la moda, ya que su propia fórmula es “comprar más, usar menos”. Por ello, nosotros creemos que la implementación de la moda sostenible es esencial para el mantenimiento del medioambiente, debido a que según datos de las Naciones Unidas, la industria textil es responsable del 10% de la emisión de gases efecto invernadero.
Para empezar, podemos nombrar muchos beneficios que aporta la moda sostenible al medio ambiente:
l Favorece la producción local y ecológica.
l Promueve el consumo justo y responsable.
l Fomenta el reciclaje y la reutilización.
l La moda sostenible apuesta por la necesidad de reutilizar las prendas así como la ropa de segunda mano. Se debe dar una segunda oportunidad a aquellas prendas y no tirarlas por el simple hecho de que pasaron de moda.
l Apuesta por la calidad de las prendas. La moda sostenible utilizan tejidos de alta calidad y las prendas se elaboran con el objetivo de alargar la vida del producto.
Luego, podemos mencionar desventajas en los modelos “Fast Fashion” y” Low Cost”, como por ejemplo:
  Ø   Las prendas son de bajísima calidad. Tan mala es que, en promedio, dura apenas unos seis lavados. Incluso puede ser que a la segunda vez que se lave, se estropee. Teniendo en cuenta esto, es fácil reconocer que no hubo una diferencia económica positiva en la compra.
Ø   Se trata de ropa plagiada a los grandes diseñadores. Es decir, una mala imitación que, además de perjudicar a los profesionales, daña al ecosistema.
Ø   Debido a la producción elevada, se generan muchos residuos que hay que gestionar. A menudo, este tipo de empresas no se deshacen de ellos de manera ética y responsable, sino que los arrojan a ríos o al mar, suponiendo un impacto en la vida de ese ecosistema.
Ø Para fabricar la ropa a bajo costo, se utilizan materiales de baja calidad que no solo es susceptible a que las prendas se estropeen, sino que también contaminan al medio ambiente. Un ejemplo podrían ser los jeans, los cuales son versátiles y todo terreno, pero también muy contaminantes en su proceso de fabricación. Esto es debido a la gran cantidad de agua que se necesita para fabricarlos, pues cada uno utiliza alrededor de 9.000 litros y la elaboración del tinte sintético que se fija al tejido con un potente blanqueador. Para obtener el efecto desgastado que tanto gusta, se emplea medio kilo de sustancias químicas, entre ellas, el cloro.
 Se trata de un modelo pasajero, pues busca que la población se haga con una prenda de moda que no tiene la calidad suficiente para durar varios años, por lo que se fomenta una rueda de mayor consumo.
Para complementar, podemos citar a la famosa adolescente sueca, Greta Thunberg, como figura pública importante. Es conocida por proteger al medioambiente, y más de una vez, mencionó que apoya a la moda sostenible. En su país natal, Suecia, existe el vocablo “köpskam”, el cual significa “vergüenza a comprar”. Este término critica a los modelos “Fast Fashion” y “Low Cost” ya que estos se basan en la constante renovación de las prendas.
Muchos podrían decir que la obtención de las prendas de ropa de la moda sostenible significa pagar más. Pero nosotros creemos que la “Slow Fashion” es una inversión a largo plazo, porque en un principio la ropa es cara, pero también muy duradera. Existen marcas como Patagonia, la cual se adelantó a la sensibilidad actual de cuidar el medio ambiente, y en 1993 lanzó una línea de forros polares fabricados con el reciclaje de botellas de plástico. En la actualidad, cuenta con tejidos procedentes de la corteza de los árboles que crecen en plantaciones certificadas. En 2005 lanzó una línea de trajes de neopreno sin químicos ni derivados del petróleo, sino fabricados con lana y revestidos de goma natural procedente del hevea, más resistente que la sintética. Además, esta marca fomenta el consumo responsable y se compromete a reparar cualquiera de sus prendas de por vida. Hoy lleva a cabo varias campañas de conservación de los ríos de los Balcanes, en Europa. Con esto se demuestra que  la moda sostenible es realmente un gran avance en la industria textil.
Por otro lado, otra posible contra argumentación sería la siguiente: al tener una producción más lenta, no se ajustan al constante cambio de la moda mundial. En cambio, es una moda más personalizada y exclusiva. De este modo, nosotros creemos que allí yace la clave, porque como se mencionó anteriormente, es una moda personalizada, la cual se ajusta a los gustos y a la propia persona que compra el producto. En última instancia, lo que hace es resaltar nuestra personalidad, y de esta manera lograr que la gente vista como se sienta cómoda, mas no siguiendo una moda.
Por último, y en conclusión, podemos decir que la moda sostenible es muy conveniente, no solo porque es más rentable a largo plazo, sino que también genera un menor impacto en el medioambiente. Para cerrar, podemos decir que “La Fast Fashion no solo perjudica al bolsillo del consumidor, sino también al medioambiente, pues la ropa es un bien que no se desintegra ni desaparece, sino que se acumula en los vertederos y se ha convertido en un grave problema para la salud del planeta.


ABASCAL - LONGARINI - PEREYRA - SCILIPOT 
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MODA SOSTENIBLE

Hoy en día, nos vestimos de manera sencilla y "vintage". La ostentación no  es la manera de indicar la riqueza, mientras más sustentable y artesanal es el producto, más de tendencia y exclusivo es. La riqueza hoy es discreta, y el gasto ostentoso no está bien visto. Actualmente, la industria de la moda decide tomar conciencia, y al mismo tiempo, concientizarnos. Es importante que las personas que se encuentran involucradas en esta industria, ya sea modelos, actores, cantantes o inclusive influencers, tengan el compromiso de contribuir sobre la moda sustentable. Al ser considerados "modelos a seguir por mucha gente", el hecho de que aprovechen el tiro mediático para llevar la bandera de la moda sustentable sería de mucha utilidad.

Actualmente, nos debemos preguntar muchas cosas sobre la economía y las sociedades, sobre su funcionamiento, su influencia y las personas más vulnerables a esta. Es muy común escuchar la palabra Marketing, un conjunto de estrategias para vender, para que nunca deje de existir esta cadena de compras y ventas, su fin es nunca dejar que las personas dejen de comprar. Tal como lo podemos ver en el artículo de la revista Planeta Urbano, muchas de estas estrategias incluyen y utilizan movimientos mundiales como el 8M, o simplemente temáticas que nos conciernen a todos, tales como la contaminación y la ecología.

También el marketing posee un lado positivo; muchas personas son influenciadas por él y toman acciones y medidas que continúan las campañas o propuestas hechas por las grandes empresas, lo cual los lleva a tener un consumo más racional y ecológico, dejando de lado la ropa en sí, los hace más conscientes y moderados en cuanto a la cantidad de ropa que se compra y modos de vida modismos de vida. Es por esto que como ciudadanos debemos concientizarnos y tener en cuenta todas estas cosas a la hora de comprar, por ejemplo hay veces que es mejor comprar a pequeños negocios, que realicen las cosas de manera más ecológica y eficiente, que las empresas más grandes que muchas veces toman caminos más fáciles con el fin de vender, porque como todos los negocios su fin es ganar dinero.

En estos tiempos nos encontramos frente al agotamiento de los recursos naturales y las graves consecuencias del cambio climático que crecen cada vez más, por esto la industria de la moda debe tomar conciencia y actuar por un mejor futuro, en especial con el impacto que esta industria tiene sobre la sociedad. La gente desconoce datos importantes que se deben tener en cuenta como la cantidad de litros de agua que se necesitan para hacer una simple camiseta de algodón (2.700 litros). Y que el 30% de la ropa que se produce acaba convertida en residuos. Tampoco estamos acostumbrados a ver etiqueta de las prendas, ignorando sus materiales -muchos de ellos altamente contaminantes como el poliéster -presente en el 60% de los tejidos a nivel mundial-, y pasando por alto dónde (y en qué condiciones) se han elaborado. Es en este desconocimiento donde reside uno de los mayores retos en pro de una industria de la moda más ética.

En conclusión, por las circunstancias en las que nos toca vivir hoy en día, coincidimos en que lo más recomendable e importante en estos tiempos es centrarse en lo esencial. Y, ¿qué es lo esencial? Lo interior, lo que no es efímero ni superfluo. Por ejemplo, con la situación actual, vivimos repitiendo prendas y vistiéndonos con lo  que tenemos, de manera cómoda sin preocuparnos por si combina o no o si está “de moda”, sin darnos cuenta de que este estilo de vida está ayudando al ambiente en muchos aspectos. Y, ¿sabiendo esto, por qué no hacerlo todos los días? Adaptarnos a esto por el bien de nuestro hogar, por un bien común. Ya conocemos las futuras consecuencias, ahora nosotros elegimos actuar.
Ibero, Zunino y Traversa
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La industria de la moda globalizada
La moda siempre ha seguido las últimas tendencias. Sin embargo, su industria se trata de un modelo de negocios muy contaminante que genera un cambio drástico en nuestros patrones de consumo y atrasa la expectativa de vida de nuestro planeta.
Impacto ambiental
               Varios aspectos de la vida actual son cuestionados por causar daños ambientales. Por ejemplo: la emisión de gases de autos, aviones o cualquier vehículo que utilice gasolina, el consumo de productos con mucho packaging desechable o la deforestación, entre otros. Pero, cuando se trata de nuestra ropa, los impactos suelen ser menos obvios.

Lo que se conoce como fast fashion o moda rápida, siempre ha sido una alternativa para comprar indumentaria de última tendencia a precios alcanzables y económicos. No obstante, su producción le sale costosa a la Tierra. La industria de la moda produce 20% de las aguas residuales mundiales y 10% de las emisiones globales de carbono (más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo). Además, el teñido de textiles es el segundo contaminador de agua más grande del mundo. La UNEP afirma que si nada cambia, para 2050 la industria de la moda consumirá una cuarta parte del presupuesto mundial de carbono.

Sin embargo, las preocupaciones no terminan ahí. “(…) Hay un problema fundamental con el modelo de negocio de moda rápida en el que los ingresos se basan en la venta de más productos y, por lo tanto, (…) deben ofrecer constantemente nuevas colecciones.” dice Patsy Perry, profesora principal de mercadeo de moda en la Universidad de Manchester. Podemos ver que hacia el año 2000, las marcas de ropa lanzaban en promedio dos colecciones al año y actualmente llegan a mucho más. Como Zara, que saca 24 colecciones anuales, o H&M que ofrece entre 12 y 16.



Tendemos a pensar en soluciones que suenan sencillas, pero por más buenas que sean nuestras intenciones, las consecuencias pueden ser catastróficas. ¿Sabías que cada año Louis Vuitton quema todos sus bolsos sin vender? Se debe a que, aparentemente, no quiere poner sus bolsos a un precio menor. Por lo tanto, para mantener su exclusividad y evitar venderlos a un precio inferior, deciden incinerarlos…

Alternativas sustentables

“Sería poco realista esperar que los consumidores dejen de comprar a gran escala, por lo que en el futuro, esperaría ver un mayor desarrollo y una adopción más amplia de métodos de producción más sostenibles, como teñir sin agua, usar los desechos como materia prima y desarrollar soluciones innovadoras al problema de los residuos textiles” dice también Patsy Perry.

La alternativa de sustentabilidad tiene que ver con dos cosas.Una evidente, se relaciona con las condiciones de realización de las prendas y el cuidado del medio ambiente. Pero otra, tiene que ver con un concepto más integral de moda sustentable: la realización de pocas prendas, en un modelo de pequeña industria o pequeño emprendimiento que propone la transparencia en el proceso de la producción, mostrando cada etapa del proceso productivo y asegurando que se paga un precio justo a los trabajadores que hacen las prendas. Diciendo quién hace la prenda, cómo la hace, cuánto tarda, cuánto contamina, etc.


Por ejemplo: En el año 2017,  se realizó un proyecto  donde se confecciono una colección  de ropa con un material, llamado balón, que es un  poliéster logrado a partir de envases recuperados del mar. Así como también la creación  de  aros  realizados  con vidrio y,  plásticos reciclados y  la utilización  de algodón orgánico, que se cultiva en ambientes controlados, sin la utilización de pesticidas, podemos contribuir con el bienestar de nuestro planeta.

¿Qué podemos hacer como consumidores?

Como una respuesta al acelerado cambio de tendencias y a la moda, donde priva la novedad y no la durabilidad de los materiales, ha surgido la "moda sustentable" o el "slow fashion".

La idea es que cada uno de nosotros, como consumidores, nos preocupemos por saber de qué está hecha nuestra  ropa, de dónde viene y cómo cuidarla. Hay muchos diseñadores que se han preocupado por investigar e incorporar a su producción de ropa fibras naturales y procesos artesanales. Pero seamos honestos, estas marcas no son baratas y puede irse mucho de nuestro presupuesto asignado a ropa.

Hay muchas otras alternativas que podemos optar para ser  más sustentables a la hora de vestir, y sin la necesidad de gastar fortunas para conseguirlas.

Una de ellas es la compra de prendas básicas y atemporales en colores sólidos, pero de muy buena calidad, que te duren más. Aunque inviertas un poco más  en estas prendas, no tendrás que preocuparte porque cambien las tendencias.

Aunque mucha gente rechaza esta práctica, la verdad es que la ropa de segunda mano es una gran opción. Existen varias iniciativas para la compra y hasta el intercambio de ropa donde te aseguran que las prendas están en excelente estado. Hoy en dia, las paginas de Instagram han sido de gran ayuda, para encontrar este tipo de lugares, y cuentas que venden prendas usadas muy pocas veces, y en buen estado.

Nuestra conclusión, es que antes de comprar una prenda de ropa nos preguntemos: ¿de dónde viene? (¿está hecha con materias más sostenibles?, ¿está fabricada en condiciones dignas?, ¿está minimizando los residuos tóxicos?); ¿cómo la voy a cuidar? (intentar lavar menos, lavar a baja temperatura, secar la ropa al aire libre, elegir productos de limpieza ecológicos); y ¿dónde va a ir a parar cuando ya no la quiera? (buscarle una segunda vida a la prenda, reparándola, rediseñándola o donándola). Sólo por el hecho de ser consciente de estos tres puntos, nuestra relación con la moda seguramente ya será más ética y sostenible.

Si cambiamos poco a poco nuestra visión de la moda y nuestros hábitos de consumo, las acciones pequeñitas sumarán hasta tener un impacto real y tangible.Y todo, sin sacrificar nuestro estilo al vestir.


Pliauzer- Jorge - Castells
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